Páginas

Marco teórico

El sexismo arraigado en la sociedad, la falta de inversión y promoción por parte de los medios, y los estereotipos de género han influido en que el fútbol femenino tenga grandes retos a la hora de tener el  reconocimiento adecuado.

Empezando un poco por la historia, se sabe que el fútbol se ha mantenido como un deporte masculino, sin embargo a esta historia y pensamiento se ha sumado una gran lucha de mujeres en busca de igualdad de oportunidades y representación en el deporte.

A pesar de que este deporte cuenta con gran antigüedad solo hasta el siglo XIX se jugó de manera oficial el primer partido de fútbol femenino, exactamente el 23 de marzo de 1895, desde entonces sigue en pie la lucha de las mujeres y múltiples obstáculos han surgido.

Una de las principales razones por las que el fútbol femenino no ha sido suficientemente reconocido es por los estereotipos de género y prejuicios establecidos en la sociedad ya que estos influyen de manera negativa en la calidad y nivel de competición en el deporte para las mujeres. Siempre ha existido esa idea de que el fútbol es un deporte netamente masculino y sumándole la creencia de que las mujeres no son tan capaces ni competitivas como los hombres en los deportes, genera que las habilidades y talentos de las futbolistas se subestimen, no se les dé el reconocimiento y apoyo que realmente merecen y además a la falta de inversión y apoyo financiero en comparación con el fútbol masculino. De acuerdo con Osagi (2001) en la actualidad la práctica deportiva de la mujer es limitada debido a los prejuicios y a los imaginarios que se han construido a lo largo de la historia, este autor menciona que la equidad de género se debe abarcar desde la igualación de responsabilidades, derechos y oportunidades de mujeres y hombres de cualquier edad. Aclarando que la igualdad no se refiere a “ser iguales” o a la homogeneidad, ya que hay que reconocer las diferencias biológicas y sociales, sino a recibir un mismo trato, justo y equitativo que sea capaz de romper con los paradigmas del patriarcado.

Sumado a esto el crecimiento del fútbol femenino que se está evidenciando en la actualidad no eliminó los atropellos masculinos sobre los derechos de las mujeres deportistas.

Es muy común encontrar a las mujeres en la situación de tener que tolerar situaciones incómodas que muchas veces atenta sobre su integridad física y mental. La mayor parte del tiempo no tienen los elementos adecuados para alzar su voz y que sean escuchadas sin antes ser reprimidas.

En países como Colombia, Haití, Estados Unidos y Australia el problema de los abusos sexuales a las mujeres futbolistas ocasionados en el mayor número de casos por los entrenadores sigue muy presente.

Infinidad de denuncias realizadas por futbolistas y no reciben respuesta alguna, los organismos responsables de proteger y velar por la seguridad e integridad de las deportistas no dan resultados y siguen sucediendo abusos como si no fuera un tema de gravedad

Ahora un tema importante para abarcar es que la poca presencia del deporte femenino en los medios de comunicación es otra forma de desigualdad en el mundo del deporte. María Casas dice que el deporte femenino acostumbra a estar invisibilizando en los medios de comunicación, generalistas o deportivos. Pues en pleno siglo XXI, muchos logros, victorias, competiciones y eventos deportivos de mujeres apenas tienen seguimiento en la radio, televisión o la prensa deportiva del territorio nacional.

Un estudio de la Universidad Carlos III de Madrid, realizado en el año 2010 por Clara Sainz de Baranda, concluye que la prensa deportiva dedica un 5,11% de su espacio a las mujeres deportistas, mientras que un 92% se dedica a los hombres. Además, las mujeres aparecen solas en el 2,18% de las noticias y en el 2,93% restante, siempre van acompañadas del mérito de algún hombre.

Pese a que el estudio analiza la situación 11 años atrás, los cambios que se han producido en el sector no han sido destacables. En la última década, la cifra de noticias dedicadas a mujeres deportistas ha ascendido hasta el 6%, según la revista Compromiso empresarial.

Por otro lado, a menudo las deportistas son noticia por aspectos emocionales o personales referentes a su vida privada y no por sus méritos deportivos. En ocasiones, incluso llegan a ser noticia por hechos anecdóticos, como una ruptura en su vida sentimental.

A pesar de ser buenas en su trabajo y tener la misma intensidad en preparación que los hombres para su desempeño en el campo las futbolistas todavía tienen que acomodarse a unas condiciones laborales muy pobres. Según un estudio de la (FIFpro) Federación internacional de futbolistas profesionales el 49% de las jugadoras no reciben ningún salario por su trabajo y el 60% de jugadoras que sí cobran no ganan ni la mitad de un solo jugador masculino.

Es por esto que las jugadoras del mundo no tienen garantizados sus derechos laborales teniendo en cuenta que el 28% de jugadoras ni siquiera tienen un contrato escrito